Eterno caminante de la tierra!  Hazme saber
cuándo te detendrás!  Hazme saber cuándo tus
manecillas se pararán al ver los ojos que vislumbro
en mis fantasías!  Dame tu fortaleza para
seguir por tu rastro!  Sé que me conducirás
a donde está mi amor!   Pero.... ¿Porqué caminas tan lento?.

 Gotitas de rocío que caen sobre mi existencial
lienzo blanco, que van bajando y convirtiéndose
en tu imagen, le pongo los colores del arcoiris y
lo dejo secar bajo el sol de un nuevo día,
pero aún no está listo como tu retorno a mi.

Viento... Ven!  Y tráe su amor de vuelta a mí!
Dejad que él decida y no las piedras que se
encuentran en el camino!  Dejad que sea
libre como sus pensamientos para que
venga a mi, sin atadura y sin problemas
que agobien su leve existencia.

Oh naturaleza!  Tú que eres sabia y
perfecta, y entiendes mucho de los sin
porque, dime la razón de esta espera!
La razón de esta distancia que se convierte
cada día en una cruz pesada de cargar!
¿Será mi karma?  ¿Será mi bendición?
O quizá mi maldición?  Dime madre
naturaleza!  ¿Porque detienes algo que
sabes que es imposible de detener!!

¿Acaso los hombres con sus leyes y sus
sociedades y con su doble moral no dejarán
que esto se realice?  ¿Acaso existe una
confabulación en contra de este amor?
Más lo intangible no se podrá detener,
porque solo existe una forma de matar
al sentimiento!   Pero hay millones para
resucitar un gran amor como el nuestro,
que va más allá de lo mortal, que es
eterno tanto como Dios en el infinito!

Y si acaso pudieran apagar el sol en su
magnitud, y las estrellas perdieran su brillo!...
Y si quizás la vida en un instante se
perdiera, pero yo te estaré esperándo
donde el amor nació, donde el campo
es el jardín del paraíso, donde la vida ya
no es ilusión, sino el despertar del mismo,
porque te estaré esperando con la misma
intensidad con que viaja una luz en el espacio,
esperando entregarte mi amor en un pequeño
mundo que he construido para los dos...

Ahora me acostaré en el cama de la felicidad
esperando el sueño de tu inocencia en mi
almohada, esperaré en el regazo de lo
imposible, sabiendo que no lo es, porque el
mejor regalo es lo inesperado así
de inesperado como fué la
llegada de tu amor a mi vida.

O quizás sea mejor caminar y recorrer las
calles azules en tus pensamientos, quizá
sea mejor encontrarte cada noche en la
misma esquina, en la intersección de la
ilusión y los deseos, donde el semáforo está
siempre en verde como la esperanza,
donde los sueños no existen porque
son la realidad del momento.

 Te esperaré en una nube,
te esperaré mientras el horizonte se pierde
a lo lejos en una tarde que muere
poco a poco, te esperaré a las 6 de la
tarde de un domingo, cuando todos tienen
paz, cuando no existe la maldad sino
el amor, te esperaré donde siempre,
en el mismo lugar y tiempo, en el mismo
espacio donde puedo amarte con toda
libertad, donde no tienen lugar
ni la distancia ni el tiempo, donde no
existen fronteras, donde la fe y la unión de
nosotros es realidad, en dónde solo somos tú y yo y nadie más!
Mi amor?  Te espero en nuestros sueños de medianoche...


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