Mujer
Hoy la lluvia bañó mi ventana y trajo recuerdos
de tus miradas
y las más tiernas caricias que le hiciste a mi alma,
hoy tu nombre bordea mis sentidos y se afinan en el más sublime
de mis sentimientos, trato de dibujar tu imagen en mi mente
y no puedo porque no te conozco,
pues aún no te encuentro, aún no llegas aquí.
La soledad se asienta en mis reinos y manda a potestad
como
tirana de un cuento infantil, aún no sabe que pronto llegarás tú
a derrotarla y asentarás tu reino sobre campos y flores,
junto a los más bellos paisajes aún desconocidos por el hombre
porque no han sido creados todavía ni reflejados en una pintura
sobre un lienzo olvidado, llegarás a mi como la luna a la noche
que despoja al sol de su eterno reino sobre los días llenos de glorias
y conquistas dadas para los hombres.
Vendrás hacia mi corriendo, dando saltos de alegrías
y abriendo los brazos para recibirme, trayendo contigo la felicidad
y el amor que le hace falta a mi existencia, me llenarás de besos
y caricias que experimentarás conmigo,
traerás un hogar y unos hijos que nos quieran,
traerás un perro y un
cesto lleno de comprensión y de decisiones
bien tomadas, vendrás como agua fresca a mi vida, la llenarás
y la rebosarás hasta que se riegue por la casa
expandiéndose por las calles, por las ciudades y por el país,
exportando amor a todos los rincones de este mundo
solo con tu llegada, eres tan especial que aún Dios no te quiere mandar,
pues dejarás un vacío enorme en el cielo
y tu presencia aquí tendrá un significado especial
que lo sabrás entender cuando estés aquí, conmigo, a mi lado.
Compartiremos la mesa, los platos y hasta mi camisa
que te gustará ponerte para irte a dormir, seremos
uno solo en la intimidad, seremos dos cuando venga aquel niño
esperado, seremos más y seremos menos, tan solo
somos lo que somos porque nadie entenderá, nadie
entenderá un amor tan simple como el tiempo, tan eterno
como Dios y tan mortal como los humanos.
Estoy aquí esperando en el umbral de mi puerta
tu llegada, porque no tendré que buscarte, porque
vendrás a mi como el tiempo que trae a sus estaciones,
como el sol al día, como las estrellas al infinito,
porque cuando llegues el tiempo detendrá su marcha
por unos segundos que parecerá una eternidad, habrá
un eclipse que ocultará por un momento
al sol y a la luna, los hombres se sorprenderán
y una estrella fugaz pasará por los cielos, anunciando
tu llegada, entonces sabré que existes, que saliste
de mi mente para poder ser real, para amarte
por los siglos de los siglos... amén.