Sin Laura
(Ilusiones y Recuerdos)

No sé... Si el mundo es el de siempre,
pero yo... Lo veo diferente.
Cuándo tu no estás...
Cuándo tu no estás...

No sé... Si brillan las estrellas,
pero yo... Me encuentro entre tinieblas.
Cuándo tú no estás...
Cuándo tu no estás...

Cuándo tú no estás no tengo a nada...
No me queda más que mi dolor,
por eso envidio al mar que tiene agua...
Y al amanecer... Que tiene el sol...

Nada soy sin Laura...
Solo estoy estoy sin su amor
Nada soy sin Laura...
Sin Laura... Sin Laura...
Sin Laura... Sin Laura...

No sé si es todo como antes,
pero a mí...  Me falta como el aire
Cuándo tu no estás...
Cuándo tu no estás...

No sé... Si brilla igual la luna,
pero yo la noche veo oscura
Cuándo tu no estás...
Cuándo tu no estás...

Yo te busco a ti bajo las hojas
que cayendo están cerca de mí;
al otoño gris lleno de sombras...
Le preguntaré... Que fue de ti?...

Nada soy sin Laura...
solo estoy sin su amor.
Nada soy sin Laura...
Sin Laura... Sin Laura...

Sin Laura... Sin Laura...

 Sin Laura...  Sin su Amor...






(Palabras?)

Hola mi pequeña niña mujer...

Recordaras un día te dije las palabras atan...
Y es cierto  pues lo hacen de manera permanente..
unas se arraigan en lo mas profundo de nuestra alma,
de nuestro ser, de nuestra conciencia, de nuestro  cuerpo...

Recuerdo te dije "déjame leerte" porque aunque no lo había
hecho antes para mi tus palabras son mi alimento... Mi tesoro...

Como? es muy simple... Tus palabras se convierten en  flores
de imperecedera belleza adornando mi interior... Llenando mis
vacíos, alimentando mi alma... Porque mi querida LAURA es más;
mucho más fácil  y simple alimentar el cuerpo que el alma...

Así que no te extrañe que  yo quiera  atesorarlas:
cada palabra, cada suspiro, cada silencio.
cada gemido o cada lágrima que tu me des...

En inmovilidad
¿Qué otra mujer sucederá en mi vida?
Pasan las nubes, la fragancia, el viento,
mueren la luz, la sombra y el momento,
y apenas dejan rastro a su partida.
Obstinado aún espero, con la herida
como un recóndito clavel sangriento,
anclado el pie en un bloque de cemento,
y el alma de silencio revestida.
En inmovilidad, en desconcierto,
como en lóbrego sueño,
aunque despierto,
veo pasar las horas, indolentes.
Aún atada a tu muelle mi barquilla,
mis días van, mientras tu luna brilla,
rodando en círculos, indiferentes.
Porque mi querida LAURA..
no me quiero ir de tu puerto de amor...